Bueno, por fin se ha reincorporado Ángela. No te quejarás, que tú te has acordado de nosotras, pero nosotras de tiiiiiiiii, más aún. Sobre todo desde que sabemos que eres capaz de correr una hora seguida. Te has convertido en nuestra ídola. Además, subiendo y bajando cuestas, demostrando tu valía. Lo que ha demostrado este mes de entrenamiento es el papel que tenemos asignado cada una de los miembros de este pseudo club, Ángela, la buena, Vero, la decidida, y yo, la torpe, jajajajaja porque sigo más feliz que Ricardito corriendo mis dos minutos seguidos, dejando claro por qué suspendía gimnasia en el colegio y el instituto (sí, sí, gimnasia, aún no se había concebido la Educación Física). Ayer, por cierto, volví a hacerlos y siguiendo las pautas de mi entrenador virtual subí a 25 minutos -de los que solo corría diez- y me sorprendí a mí misma viendo que era capaz de hacerlo. A ver cómo sigo. Os seguiré manteniendo informadas. Por cierto, Ángela, cuelga esa aplicación del móvil que te indica cuánto corres, a qué ritmo y qué tal das la zancada, que a mí me interesa. Además, a correr voy siempre con el móvil que lo uso como radio y además, me da la seguridad de que si me da un mal puedo llamar al 112 para que vengan a recogerme.
Por cierto, Ángela, me uno a tu impresión de que igual Fuentemolinos es demasiado pingado para estrenarnos pero como yo pensaba subir las cuestas andando de todas maneras, ni me lo he planteado. De todas formas, igual que Vero, tendremos que desfogarnos antes poco a poco en pruebas populares, como la de Riaza ¿no? Así nos vamos soltando. Por cierto, allí nos vemos. Como dice Ángela, hay que quedar en una señal que Vero nos pueda hacer para que le saquemos tarjeta roja y, en ningún caso se plantee abandonar. De todas formas, será algo solo preventivo porque estoy más que segura de que lo va a acabar y con muy buena nota.
Bueno, si no es antes, nos vemos este fin de semana.
Besitos
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